Con el barro en mis zapatos…
Camino a casa me detuvo un llamado…
Eran las palabras de un solitario jazmín;
Me saludo tan simple que me acerque,
Por instantes imagine conocerlo pero no…
Era un viejo filósofo poeta,
De esos excéntricos locos eruditos.-
Me preguntó mí nombre a lo cual lo mismo pregunte…
François respondió y de su vida habló,
Comento que lo sembró un torero…
Nieto de un revolucionario militar;
Dijo que su infancia la vivió en una maceta de greda,
Y que el gato de la vecina le orinaba por las mañanas,
Dijo también que sufría cuando veía a samanta venir,
Aquella traviesa bisnieta de aquel esquelético militar.-
Me entretuve por horas sentado junto a su jardín,
La vida es simple… el repetía,
Justo cuando en mí boina caía ese sol de abril;
Entre jugos naturales me comento que era viudo…
Lagrimeando susurro…
A Jacinta la arranco la mano de la malvada samanta;
Era su gran amor…
Era a quien entregaba ese aroma por las mañanas
Escondido entre el abono que cubría mil y una de sus fantasías.-
Camino a casa me detuvo un llamado…
Eran las palabras de un solitario jazmín;
Me saludo tan simple que me acerque,
Por instantes imagine conocerlo pero no…
Era un viejo filósofo poeta,
De esos excéntricos locos eruditos.-
Me preguntó mí nombre a lo cual lo mismo pregunte…
François respondió y de su vida habló,
Comento que lo sembró un torero…
Nieto de un revolucionario militar;
Dijo que su infancia la vivió en una maceta de greda,
Y que el gato de la vecina le orinaba por las mañanas,
Dijo también que sufría cuando veía a samanta venir,
Aquella traviesa bisnieta de aquel esquelético militar.-
Me entretuve por horas sentado junto a su jardín,
La vida es simple… el repetía,
Justo cuando en mí boina caía ese sol de abril;
Entre jugos naturales me comento que era viudo…
Lagrimeando susurro…
A Jacinta la arranco la mano de la malvada samanta;
Era su gran amor…
Era a quien entregaba ese aroma por las mañanas
Escondido entre el abono que cubría mil y una de sus fantasías.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario